Aura Beach Bodrum

Beach Club en Yalikavak Marina, cerrando el diseño del perímetro de la pequeña playa privada que conforman el hotel, también diseño de CMV, y ahora el Beach Club, operados ambos por Sunset Hospitality Group.

El diseño sigue la línea ya marcada en el hotel, donde la inspiración en la cultura local y el mar mediteráneo se fusionan en con el lenguaje contemporáneo para crear un lenguaje propio, jugando constantemente con las luces y sombras, que le dan un aspecto cambiante a lo largo del dia, especialmente con la puesta de sol.

Con una superficie total de 1.700 m², el beach club se articula mediante una arquitectura horizontal y ligera que se adapta a la topografía en suave pendiente. Volúmenes bajos, plataformas aterrazadas y pérgolas abiertas configuran una secuencia de espacios exteriores conectados entre sí, con una clara vocación de continuidad visual hacia el mar.

El elemento central del diseño es una piscina infinita de 55 metros orientada al mar Egeo. Esta pieza no solo actúa como eje visual y escénico del proyecto, sino también como dispositivo arquitectónico que intensifica la relación entre la arquitectura, el horizonte y la experiencia del visitante. 

La elección de materiales refuerza el diálogo con el paisaje: piedra caliza local, madera natural, microcementos en tonos neutros y textiles náuticos componen una paleta cálida y coherente. Esta materialidad aporta textura y carácter al conjunto sin generar estridencias visuales, priorizando una estética sobria y natural.

Desde el punto de vista técnico, el proyecto incorpora soluciones de alta eficiencia energética: estructuras ligeras de acero galvanizado, sistemas HVAC con recuperación de calor, climatización zonificada y control integral a través de BMS. Además, se ha optimizado la ventilación natural mediante estrategias pasivas como cubiertas permeables y ventilación cruzada. La instalación lumínica combina luz cálida indirecta y sistemas regulables, adaptándose a los distintos usos del espacio durante el día y la noche.

Aura Beach Club ha sido concebido no solo como un lugar de ocio costero, sino como una pieza arquitectónica que prolonga el lenguaje formal y conceptual del hotel. Ambos proyectos comparten una misma visión: reinterpretar la tradición arquitectónica mediterránea bajo una mirada contemporánea, integrando elementos locales como las celosías, los patios y las terrazas en un marco estético elegante y funcional.